Coricancha: arquitectura, historia minera y má

La Coricancha, era conocida como «El Recinto de Oro», fue en su época un lugar sagrado, dónde se adoraba al dios Inca (el Inti Sol). Los adoradores del Templo, sólo podían entrar descalzos y cargando peso sobre su espalda, como seña de humildad, bajo la orden del sumo sacerdote Inca (Willaq Umu).



«Qorikancha», (en quechua Quri Kancha, «Templo dorado«) es un Templo que data de la época Incaica religiosa, está ubicada en la zona central del Cusco en el Perú. La palabra Coricancha es la unión de dos palabras quechuas: «quri» que significa oro y «kancha» que significa Templo.


Descripción

El frontis del Coricancha era antiguamente, una imponente muralla elaborada con el más hermoso canto de piedra. Estaba decorado solamente con una capa delgada de oro macizo, con tres metros de altura. En el techo se colocaba una capa de la más fina y delicada paja.
En uno de los laterales del bloque (serie horizontal), se pueden observar tres agujeros que eran desagües para la lluvia que provenía del patio interno o como salida de la chicha que se usaba a medio de ofrenda para los dioses. Un hecho relativamente curioso, es que al golpear los agujeros, se logra escuchar las notas musicales: «re», «la» y «sol» (basado en un estudio realizado por Augusto León Barandiarán).

Historia de Coricancha

Sin conocimiento exacto del momento de su construcción, se cree que la Coricancha data del período de los Ayamarcas (El señorío de Ayarmaca era una etnia que en la época primitiva del señorío Inca estaba en todo su apogeo, siendo temida por los incas y otros pequeños señoríos cusqueños de la época).
La Coricancha sufrió un cambio, durante el noveno poder Inca (Pachacutec), en el año de 1438. Tanto la ciudad como el templo recibieron el nombre por el que se conoce actualmente (Qorikancha).
El investigador Brian Bauser, advierte que la remodelación del templo pudo terminar durante el gobierno de Túpac Yupanqui (Cuzco, Chinchero 1441-1493). Aunque otro investigador (John Rowe, piensa que tuvo su fin durante la época del gobierno de Pachacutec. (Ver también: Huaca Huallamarca)
Para la época, la Coricancha era el centro político, religioso y geográfico de Cusco. Importantes cronistas como Garcilaso de Vega y Cieza de León, describen a la Coricancha como el «Templo Laminado en Oro». Como hecho curioso, se sabe que tanto los pisos del templo como el jardín, tenían plantas y animales a escala real, en oro macizo.

Coricancha tesoros ocultos (oro encantado)

En las cercanías al Templo, a algunos kilómetros de Huancavelica, se encuentra una antigua mina denominada «Mina de la Muerte», debido a que muchos mineros han perdido la vida en su interior.
Cuenta la leyenda, que al llegar los españoles, descubrieron un gran yacimiento de Azoque, mineral muy valioso por sus propiedades de extracción.
Se cree que una de las galerías del Templo del Sol, llegaba hasta la mina, de la cual extraían el oro y la plata para sus esculturas. Una antigua leyenda transmite que dentro de l mina se encuentra un cuidador muy celoso de las vetas de oro. Si no le dan ofrendas, ocasiona derrumbes.

Cusco

Cusco es una ciudad de los Andes peruanos, capital del Imperio Inca. Se le conoce por los restos arqueológicos y por su arquitectura de la colonia española. La Plaza de Armas está en la zona central de la ciudad más antigua y sus galerías en madera labrada resaltan en sus ruinas. El actual convento de Santo Domingo (Coricancha), está construido sobre el Templo del Sol.
Según Brian S. Bauer, la ciudad del Cusco, era sagrada para los Incas. Por tal motivo todos los templos que se construían ahí, debían ser parte de ese concepto.
En el interior de la Coricancha se podía observar infinidad de deidades, pero la principal (el dios del Sol «Inti»), se encontraba colocado en diferentes nichos del templo. El dios del Sol Inca, era representado por un personaje masculino de nombre Punchao Cancha. Esta figura estaba realizada a tamaño real en oro macizo.

Y en otros nichos se encontraba la diosa Luna, que estaba representada por una figura de plata. Las otras figuras que se encontraban en la Coricancha como vicuñas, aves, árboles y plantas como el maíz, eran todas de plata y oro macizo a escala real.
Los investigadores denotan que toda la riqueza del templo se trasladó hasta Cajamarca en carruajes jalados por llamas, para rescatar al Inca Atahualpa (Atahualpa fue el último soberano Inca, prisionero en la batalla sorpresa de Cajamarca). (Ver artículo: Museo de Oro del Perú)

Coricancha después del terremoto de 1950 que azotó al Cusco

El 31 de marzo del año 1650, hubo en la ciudad del Cusco un sismo cuyo epicentro se ubicó cerca del Cusco, que en ese momento se encontraba bajo el virreinato del Perú. Este terremoto duró casi un cuarto de hora arrasando con estructuras antiguas, donde murieron unas cinco mil personas. Este sismo tuvo lugar a las dos de la tarde.
Gran cantidad de edificaciones y templos sufrieron innumerables daños en sus infraestructuras. Dando lugar a deslizamientos de tierra en las pirámides antiguas y hubo agrietamiento de tierra en varios sitios, lo que provocó inundaciones. En el Templo del Sol (Coricancha), el terremoto también causó estragos en su estructura, ocasionando varios derrumbes y grietas.

Posteridad

Durante el período del año 1533 el templo de Coricancha fue saqueado en su totalidad. Se llevaron todas las piezas elaboradas en oro y plata que se encontraban decorando el lugar.
Este templo era denominado el templo de Santo Domingo, el cual fue asignado a Francisco Pizarro.El templo de Santo Domingo a pasado por tres terribles terremotos (1650, 1749 y 195), los cuales han destruido muy poco de sus cimientos.
Luego de los últimos sucesos se procedió a restaurar la Coricancha, bajo el apoyo de la UNESCO. Se tomaron precauciones para las posibles eventualidades futuras, colocando una cubierta reforzada en su muros.

Ubicación

El Templo de Coricancha se encuentra ubicado en la plaza de Santo Domingo en el recinto actual del «Templo y convento de Santo Domingo». Dirigido actualmente por el Arzobispado del Cusco.  En este hermoso templo antiguo, se pueden apreciar en su interior.
Precio de la entrada: as entradas en cuanto a los adultos cuestan diez soles, estudiantes cinco soles y para los niños menores de diez años, la entrada es gratis. Horario: El museo que se encuentra en la Basílica y Convento de San Francisco abre sus puertas de lunes a sábado desde las 8:30 a.m. hasta las 5:30 p.m. Y los días domingo abre desde las 2:00 p.m. hasta las 5:00 p.m.
La iglesia tiene otro horario, abre sus puertas de lunes a sábado desde las 7:30 a.m. hasta las 7:30 p.m. Y los domingos presenta dos turnos, el primero desde las 7:00 a.m. hasta las 11:00 a.m. y el segundo turno comprende desde las 6:00 p.m. hasta las 8: 00 p.m. En la iglesia se puede asistir a las misas de lunes a sábado a las 7:00 a.m. y a la 6:00 de la tarde. Los domingos las misas son a las 7:00, 6:30 y 7:300 correspondientemente. También se realizan misas para los niños los días domingo a las 9:00 a.m.

Arquitectura de Coricancha

Las grandes piedras que se utilizaron para la construcción de las paredes del templo, tiene un leve acolchado en los laterales, que denotan la típica fabricació del Imperio Inca. En su estructura original no se encontraba el atrio que se puede ver hoy en día en la entrada del templo. De igual manera el muro que da a la calle norte, sufrió un cambio. Este se encuentra girando en noventa grados y sigue recto hasta una curva truncada durante su construcción.

Las piedras utilizadas en sus muros son la calcita y la andesita. Piedras de lisa textura que fueron colocadas con precisión de bisturí, sin uso de argamasa (palabra proveniente del Latín «massa«, es un tipo de mortero utilizado como material para construcción en albañilería, que consta en una mezcla de cal, arena y agua). En la parte externa de los muros, colocando el acolchado hacia la cara interna del templo, dedicado a la Luna y las Pléyades.

Técnicas de construcción

La técnica utilizada en la edificación de este templo, es muy parecida a la del Sacsayhuamán o Machu Picchu. Sin embargo en la Coricancha no se ve representado el estilo Megalítico, sino más parecido al estilo imperial, formado por paralelepípedos.
Las piedras utilizadas también llevan un compuesto de cuarzo de río, las cuales están bastante pulidas, formando engranajes perfectos. El muro de la Coricancha ha soportado los crueles juegos del tiempo, lo que demuestra que ha sido una de las mejores edificaciones Incas. (Ver también: Museo Tumbas Reales de Sipán )



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