En menos de 100 años, los incas se hicieron con un vasto imperio en el que dejaron regadas, a lo largo y ancho de todo el Perú, bellísimas obras arquitectónicas que tenemos la suerte de poder explorar hasta el día de hoy. Uno de estos lugares es Vilcashuamán, el principal complejo arqueológico inca que puedes encontrar en Ayacucho, al sur de Perú. Para que veas que el imperio inca va más allá de Cusco, aquí te contamos la increíble historia de Vilcashuamán y todo lo que tienes que saber para visitar esta ciudadela. 

¿Cómo nació el complejo arqueológico de Vilcashuamán?


La región de Ayacucho ha sido el escenario de desarrollo de diversas culturas peruanas. Antes de que llegaran los incas, aquí estaban los chancas, una cultura que se caracteriza por haber luchado enérgicamente contra el imperio incaico. Pero su lucha llegó a fin en 1438, cuando los incas, encabezados por Pachacútec, vencieron a los chancas, convirtiendo la región en una verdadera carnicería, y se hicieron con todo su territorio.
Aunque Ayacucho no cuenta con huellas incas tan potentes como las que podrás conocer en Cusco, aquí se encuentra uno de los centros administrativos más importantes del Tahuantinsuyo o Imperio Inca: el complejo arqueológico de Vilcashuamán, palabra que en quechua significa “halcón sagrado”.
Según cuenta la historia de Perú, el inca Pachacútec mandó construir esta edificación tras vencer a los chancas y así demostrar el poderío de todo su imperio. Así, Vilcashuamán servía como un punto principal en la ruta del Qapaq Ñan (Camino Inca) y también como un templo de culto al sol y un lugar desde el que expandir el idioma quechua a todo el Tahuantinsuyo.
Vilcashuamán se convirtió en una verdadera obra de arte de la arquitectura inca. Cuenta con las típicas características de las construcciones levantadas por esta cultura: una plaza trapezoidal, templos dedicados al sol y la luna y un trono sagrado. ¡Sus edificaciones resultan totalmente imponentes hasta el día de hoy!

¿Qué visitar en Vilcashuamán?


Vilcashuamán sorprende desde que llegas por cómo ha ido evolucionando el pueblo. Lejos de ser un centro arqueológico apartado de la civilización, como sí ocurre con otras construcciones incas, las edificación que mandó hacer Pachacútec se entremezclan ahora con las casas de los habitantes de Vilcashuamán.
Así, cuando pasees por este lugar encontrarás grandes e imponentes construcciones junto a humildes y pequeñas casas. Esto hace de Vilcashuamán un lugar perfecto para conocer a la gente de la zona, los testigos vivos de cómo ha cambiado este lugar y quienes te podrán contar las historias y leyendas más enigmáticas de este sitio.
Son tres los lugares principales que tienes que conocer cuando hagas tu visita al complejo arqueológico de Vilcashuamán. Como siempre, para que no llegues a este lugar desde cero y tengas una idea de lo que te vas a encontrar, aquí te contamos más sobre estas tres construcciones incas.

Plaza Trapezoidal


Fíjate bien, cuando visites una construcción inca es muy común encontrarse con plazas trapezoidales, una de las principales características de su arquitectura inca. La de Vilcashuamán fue construida para diferentes fines.
Por un lado, al ser un espacio tan grande, servía para albergar a alrededor de 20.000 personas, por lo que era ideal para alojar al numeroso ejército que acompañaba al inca en sus viajes. Además, según cuentan los libros de historia, aquí también se realizaban sacrificios de humanos y animales, sobre una roca que todavía se conserva y que podrás ver con tus propios ojos: la piedra del sacrificio.

Templo del Sol


En la parte sur de la Plaza Trapezoidal se encuentra la que seguramente es la construcción más importante de todo el complejo arqueológico de Vilcashuamán. Se trata del Templo del Sol, un lugar dedicado al dios poderoso de los incas, el Inti. Junto a él se encuentran otros lugares de interés como el Templo de la Luna.
Con la conquista, Vilcashuamán también sufrió la furia de los españoles. Como en el resto de lugares de Latinoamérica, los conquistadores pensaron que aquí se encontraba un tremendo tesoro y saquearon este lugar, con especial ahínco en el Templo del Sol. Después de causar graves daños en esta edificación sagrada de los incas, sobre ella construyeron la iglesia de San Juan Bautista, que aún hoy se mantiene en pie.

Ushnu


Como en muchas otras ciudadelas incas, al máximo mandatario de esta cultura le gustaba tener su trono desde el que pudiera controlar todo lo que ocurría y presenciar las ceremonias. En Vilcashuamán este lugar para el inca es el Ushnu, una pirámide de cinco plataformas sobre la que se encontraba un sillón labrado en piedra y con planchas de oro. Como te puedes imaginar, la sobriedad no era una de las características principales de los gobernantes incas.
Detrás del Ushnu se encuentra una edificación que, según creen los expertos de Vilcashuamán, se trataba del palacio de Pachacútec, una construcción en la que se refleja la gran calidad de la arquitectura inca.

¿Cómo llegar a Vilcashuamán?


Vilcashuamán se encuentra a 107 kilómetros al sur de la ciudad de Ayacucho. Al ser uno de los lugares turísticos principales de esta región, es fácil llegar hasta este complejo arqueológico por tu propia cuenta.
Para ello, tendrás que tomar un colectivo o una combi en la terminal sur de Ayacucho. Se trata de un viaje largo, de entre tres y cuatro horas solo ida, por lo que los buses a Vilcashuamán salen desde las cinco de la mañana. Trata de tomar el transporte lo más temprano posible y así podrás aprovechar al máximo el día en Vilcashuamán.
Como siempre decimos, lo bueno de visitar este tipo de sitios es conocer toda su historia. Por eso, es importante ir a estos lugares de la mano de un guía especializado que te cuente todo lo que aquí ocurrió. Para que conozcas este complejo a fondo, te ofrecemos nuestro Tour Vilcashuamán, en el que, además de visitar este lugar, haremos paradas en otros atractivos turísticos de la zona como los restos arqueológicos de Pumaqocha.

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